PASAPORTE AL MUNDO CON ANA MARIA BARRIOS PASAPORTE AL MUNDO CON ANAMARIA BARRIOS: agosto 2007

domingo, 26 de agosto de 2007

ELIJE TU PASAPORTE A EL MUNOD

Más que nunca, viajar y elegir libremente un horizonte con futuro es el deseo universal de la Humanidad: Elige el mejor visado.
El gran escritor austriaco Stefan Zweig escribió en sus memorias: “Antes de 1914, la Tierra era de todos. Todo el mundo iba adonde quería y permanecía allí el tiempo que deseaba. No existían permisos ni autorizaciones. Me divierte la sorpresa de los jóvenes cuando les cuento que viajé a la India y América sin pasaporte y que en realidad jamás en mi vida había visto uno. La gente subía y bajaba de los trenes y de los barcos sin preguntar ni ser preguntada, no tenía que rellenar ni uno del centenar de papeles que se exigen hoy en día. No existían los salvoconductos, ni visados, ni ninguno de esos fastidios; las mismas fronteras que aduaneros, policías y gendarmes han convertido en una alambrada, a causa de la desconfianza patológica de todos hacia todos, no representaban más que líneas simbólicas que se cruzaban con la misma despreocupación que el meridiano de Greenwich,…”
Dicen que “Si quieres a tu hijo, déjalo viajar”. Pero, ¿qué es viajar? ¿Cambiar de lugar? No. Viajar es… cambiar de ilusiones y de prejuicios. Viajar es… nacer y morir a cada paso. Viajar es… pasear un sueño, pero hay mucha diferencia entre viajar para ver países y para ver pueblos. Porque las gentes, son lo más interesante de todas las maravillas que nos rodean.
Viajar representa en el mundo simbólico y en el mundo real de nuestros contemporáneos la utopía máxima de la libertad para vivir donde cada uno prefiera. Cada día, muchos de nuestros semejantes mueren tratando de escapar de un continente o aspirando a vivir en otro país.
Pero viajar también la mejor metáfora de huir de un modo de vida que nos esclaviza, que nos aprisiona con una subyugante rutina de la que no cabe escapar. Un trabajo aburrido o un barrio inhóspito son el destino de muchos de nuestros iguales. Pero se puede eludir todo ello; cabe la esperanza de un salvoconducto para residir en otros parajes: La educación, que es el pasaporte que abre todas las puertas de la vida. Incluso muchos títulos universitarios se transfiguran, para sus subversivos estudiantes, en salvoconductos directos hacia la vida opulenta.
El Informe a la UNESCO coordinado por Jacques Delors, "La Educación encierra un tesoro”, define a la Educación como «un pasaporte para la vida». La educación, en el siglo XXI más que nunca, es el mejor legado que los padres y la sociedad pueden otorgar a los más jóvenes, infinitamente mejor que una herencia económica, un apellido o una nacionalidad. Con una buena educación podremos comprendernos mejor a nosotros mismos, entender y apreciar a los demás y participar solidariamente en la obra colectiva de convivir en sociedad.
Elijamos e invirtamos todo lo posible en nuestra educación y en la de los nuestros seres más queridos: es el mejor seguro para la vida e, incluso, un pasaporte para la eternidad. Ser y sentirse soberano para viajar y, sobre todo, para ser autor y protagonista de su propia vida es lo que diferencia al ser humano libre de un esclavo. Toda libertad esta íntimamente ligada al conocimiento y a la madurez que sólo se alcanza con una larga y esforzada formación, que pronto se descubren gozosas para quienes se adentran por las veredas mágicas de la cultura

PORQUE LOS CUBANOS QUE VIVEN FUERA DE CUBA CRITICAN A FIDEL CASTRO PERO NO HACEN NADA PARA ACABARLO


Los cubanos que viven fuera de la isla de cuba con pasaporte a el mundo ya que han nacido en paises libres no hacen mas nada que quejarse de FIDEL CASTRO, mientras Fidel Castro visita todos los paises del mundo y participa con el pueblo y no existe un atentado en contra de Fidel Castro? Esto es muy extrano, porque si mataron a el presidente de ESTADOS UNIDOS JOHN F KENNEDY con todo el batallon que tenia de vigilancia y proteccion como es que FIDEL CASTRO hace lo que le da la gana, y los cubanos hablan mas Fidel sigue dandose la mejor vida y haciendo lo que le viene en gana.

viernes, 17 de agosto de 2007

THE MOST EXPENSIVE PASSPORT IN THE WORLD


LA HABANA, junio (www.cubanet.org) - En casi medio siglo el desplazamiento de cubanos escapando del comunismo hacia cualquier otro país no ha cesado. La intolerancia política que siempre ha caracterizado al régimen castrista y la mala calidad de vida que ha sufrido el cubano de a pie son sus principales causas.
En 1965 tuvo lugar una emigración en masa desde el puerto de Camarioca, en la provincia de Matanzas. Fue el primer gran éxodo de cubanos hacia la capital de Florida, cuando aún no existía la Ley de Ajuste cubano. En menos de 45 días salieron del país 66 mil personas, hasta que las propias autoridades de la Isla cerraron el puente cuando vieron aglomerarse en el litoral a cientos de familias pobres que habían tenido noticias de la llegada de un barco capaz de transportar dos mil personas en cada viaje.
Por sólo agregar unas cifras más, recordemos el dramático acontecimiento de la embajada de Perú, en abril de 1980. En sólo tres días entraron en esa sede diplomática más de once mil personas entre adultos y niños, y días después salieron 125 mil por el puerto de Mariel rumbo a Miami.
En 1994 se volvió a estremecer el litoral norte del país. Desde numerosos puntos de sus costas partieron en pocos días treinta mil personas hacia Estados Unidos. Fue un verdadero plebiscito. El gobierno permitió por primera vez que en plena calle los cubanos confeccionaran embarcaciones rudimentarias, una gran parte incapaz de llegar a las costas de Estados Unidos.
De acuerdo a datos recogidos por historiadores en el exilio, se estima que entre el 20 y el 40 por ciento de los que han salido de la Isla en ese tipo de embarcación primitiva perecieron en la travesía, con un saldo aproximado de 80 mil cubanos muertos en alta mar, ahogados o comidos por tiburones. Con nombres y apellidos han sido registrados mil 956 gracias a los propios familiares de las víctimas.
Desgraciadamente, el problema migratorio cubano no se ventila a fondo en el seno de las Naciones Unidas. No se cuestiona de una vez y por todas por qué una gran parte de nuestro pueblo tiene como opción huir del país ante la falta de derechos que se necesitan para vivir y alcanzar mejores condiciones de vida.
En cualquier rincón del orbe existen amplias comunidades de cubanos a partir de 1959, cuando Fidel Castro tomó el poder. Más de dos millones. Solamente en Miami viven alrededor de setecientos mil.
Todos no han podido visitar su país natal. Por ejemplo, los ex presos políticos y los no aprobados por distintas y muchas razones de acuerdo a criterios del régimen. En cambio, aquellos que tienen la oportunidad de visitar Cuba mediante un permiso previo de las autoridades y forzados a hacerlo en calidad de turistas, se ven obligados a pagar 425 dólares al régimen por un pasaporte, el más caro del mundo, y 550 por un pasaje de avión, aunque la trayectoria del viaje sólo sea de minutos.
Unos pocos ejemplos ilustran el tema: En Argentina un pasaporte cuesta 75 dólares; en España, 70 euros; en Venezuela, 70 dólares, seis veces menos que el pasaporte cubano -aunque ojo con Chávez en el poder-; en Canadá, 95 dólares canadienses y en Estados Unidos 75 dólares.
El alto costo en divisas que impone el gobierno para la tramitación de documentos de los 20 mil refugiados que recibe cada año la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana, de los visitantes temporales, y de los que obtienen visa humanitaria, es tema -también doloroso- para otra crónica.

CONTINUACION DEL PASAPORTE MAS CARO

En casi medio siglo el desplazamiento de cubanos escapando del comunismo hacia cualquier otro país no ha cesado. La intolerancia política que siempre ha caracterizado al régimen castrista y la mala calidad de vida que ha sufrido el cubano de a pie son sus principales causas. En 1965 tuvo lugar una emigración en masa desde el puerto de Camarioca, en la provincia de Matanzas. Fue el primer gran éxodo de cubanos hacia la capital de Florida, cuando aún no existía la Ley de Ajuste cubano. En menos de 45 días salieron del país 66 mil personas, hasta que las propias autoridades de la Isla cerraron el puente cuando vieron aglomerarse en el litoral a cientos de familias pobres que habían tenido noticias de la llegada de un barco capaz de transportar dos mil personas en cada viaje.
Por sólo agregar unas cifras más, recordemos el dramático acontecimiento de la embajada de Perú, en abril de 1980. En sólo tres días entraron en esa sede diplomática más de once mil personas entre adultos y niños, y días después salieron 125 mil por el puerto de Mariel rumbo a Miami.En 1994 se volvió a estremecer el litoral norte del país. Desde numerosos puntos de sus costas partieron en pocos días treinta mil personas hacia Estados Unidos. Fue un verdadero plebiscito. El gobierno permitió por primera vez que en plena calle los cubanos confeccionaran embarcaciones rudimentarias, una gran parte incapaz de llegar a las costas de Estados Unidos.
De acuerdo a datos recogidos por historiadores en el exilio, se estima que entre el 20 y el 40 por ciento de los que han salido de la Isla en ese tipo de embarcación primitiva perecieron en la travesía, con un saldo aproximado de 80 mil cubanos muertos en alta mar, ahogados o comidos por tiburones. Con nombres y apellidos han sido registrados mil 956 gracias a los propios familiares de las víctimas.Desgraciadamente, el problema migratorio cubano no se ventila a fondo en el seno de las Naciones Unidas. No se cuestiona de una vez y por todas por qué una gran parte de nuestro pueblo tiene como opción huir del país ante la falta de derechos que se necesitan para vivir y alcanzar mejores condiciones de vida.En cualquier rincón del orbe existen amplias comunidades de cubanos a partir de 1959, cuando Fidel Castro tomó el poder. Más de dos millones. Solamente en Miami viven alrededor de setecientos mil. Todos no han podido visitar su país natal. Por ejemplo, los ex presos políticos y los no aprobados por distintas y muchas razones de acuerdo a criterios del régimen. En cambio, aquellos que tienen la oportunidad de visitar Cuba mediante un permiso previo de las autoridades y forzados a hacerlo en calidad de turistas, se ven obligados a pagar 425 dólares al régimen por un pasaporte, el más caro del mundo, y 550 por un pasaje de avión, aunque la trayectoria del viaje sólo sea de minutos. Unos pocos ejemplos ilustran el tema: En Argentina un pasaporte cuesta 75 dólares; en España, 70 euros; en Venezuela, 70 dólares, seis veces menos que el pasaporte cubano -aunque ojo con Chávez en el poder-; en Canadá, 95 dólares canadienses y en Estados Unidos 75 dólares. El alto costo en divisas que impone el gobierno para la tramitación de documentos de los 20 mil refugiados que recibe cada año la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana, de los visitantes temporales, y de los que obtienen visa humanitaria, es tema -también doloroso- para otra crónica.

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ANA MARIA BARRIOS
AGOSTO 17 DE 2007

EL PASAPORTE MAS CARO DEL MUNDO


El pasaporte más caro del mundo

En casi medio siglo el desplazamiento de cubanos escapando del comunismo hacia cualquier otro país no ha cesado. La intolerancia política que siempre ha caracterizado al régimen castrista y la mala calidad de vida que ha sufrido el cubano de a pie son sus principales causas. En 1965 tuvo lugar una emigración en masa desde el puerto de Camarioca, en la provincia de Matanzas. Fue el primer gran éxodo de cubanos hacia la capital de Florida, cuando aún no existía la Ley de Ajuste cubano. En menos de 45 días salieron del país 66 mil personas, hasta que las propias autoridades de la Isla cerraron el puente cuando vieron aglomerarse en el litoral a cientos de familias pobres que habían tenido noticias de la llegada de un barco capaz de transportar dos mil personas en cada viaje.
Por sólo agregar unas cifras más, recordemos el dramático acontecimiento de la embajada de Perú, en abril de 1980. En sólo tres días entraron en esa sede diplomática más de once mil personas entre adultos y niños, y días después salieron 125 mil por el puerto de Mariel rumbo a Miami.En 1994 se volvió a estremecer el litoral norte del país. Desde numerosos puntos de sus costas partieron en pocos días treinta mil personas hacia Estados Unidos. Fue un verdadero plebiscito. El gobierno permitió por primera vez que en plena calle los cubanos confeccionaran embarcaciones rudimentarias, una gran parte incapaz de llegar a las costas de Estados Unidos.
De acuerdo a datos recogidos por historiadores en el exilio, se estima que entre el 20 y el 40 por ciento de los que han salido de la Isla en ese tipo de embarcación primitiva perecieron en la travesía, con un saldo aproximado de 80 mil cubanos muertos en alta mar, ahogados o comidos por tiburones. Con nombres y apellidos han sido registrados mil 956 gracias a los propios familiares de las víctimas.Desgraciadamente, el problema migratorio cubano no se ventila a fondo en el seno de las Naciones Unidas. No se cuestiona de una vez y por todas por qué una gran parte de nuestro pueblo tiene como opción huir del país ante la falta de derechos que se necesitan para vivir y alcanzar mejores condiciones de vida.En cualquier rincón del orbe existen amplias comunidades de cubanos a partir de 1959, cuando Fidel Castro tomó el poder. Más de dos millones. Solamente en Miami viven alrededor de setecientos mil. Todos no han podido visitar su país natal. Por ejemplo, los ex presos políticos y los no aprobados por distintas y muchas razones de acuerdo a criterios del régimen. En cambio, aquellos que tienen la oportunidad de visitar Cuba mediante un permiso previo de las autoridades y forzados a hacerlo en calidad de turistas, se ven obligados a pagar 425 dólares al régimen por un pasaporte, el más caro del mundo, y 550 por un pasaje de avión, aunque la trayectoria del viaje sólo sea de minutos. Unos pocos ejemplos ilustran el tema: En Argentina un pasaporte cuesta 75 dólares; en España, 70 euros; en Venezuela, 70 dólares, seis veces menos que el pasaporte cubano -aunque ojo con Chávez en el poder-; en Canadá, 95 dólares canadienses y en Estados Unidos 75 dólares. El alto costo en divisas que impone el gobierno para la tramitación de documentos de los 20 mil refugiados que recibe cada año la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana, de los visitantes temporales, y de los que obtienen visa humanitaria, es tema -también doloroso- para otra crónica.


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ANA MARIA BARRIOS


AGOSTO 17 de 2007

PASAPORTE A EL MUNDO DE HARRY POTER


Harry Potter: pasaporte a un mundo deslumbrante

Entretelones y secretos del rodaje de la quinta película con el mago más famoso del mundo
LONDRES.- Entrar en el mundo de Harry Potter es ingresar en una dimensión desconocida de ilusión e irrealidad que ha superado con creces cualquier límite extremo de la imaginación humana. Mérito sin duda de J. K. Rowling, que se incrementa en su fantasía cuando las historias del mago juvenil son registradas en imágenes. Poder acceder al set de filmación de Harry Potter y la Orden del Fénix , que produce Warner Bros, es un permiso para deslumbrarse con la verdadera magia que realiza un grupo de personas para darles cuerpo y espacio a las historias literarias del joven mago. Historias que cuentan con dos grandes protagonistas: Harry Potter y Tom Voldemort -quien ya ha recuperado su cuerpo y todos sus poderes-, dos magos representantes del mal y del bien como las dos caras de una moneda mágica, que se enfrentan para obtener la esfera de una profecía que los relaciona y los involucra en un gran desafío. Al norte de Londres existe una vieja fábrica de aviones construida en tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Ahora, los viejos hangares y depósitos han recuperado su aliento vital y se han transformado en renovados estudios fílmicos. Al llegar a la entrada, llama la atención el cuerpo de vigilancia que celosamente controla el ingreso y egreso de todo el personal y de los equipos. Son guardianes de un tesoro fantástico y tienen por misión evitar que se filtre cualquier información sobre la producción. Todo se ve envuelto en un halo de misterio, como si se tratara de una valiosa fórmula mágica que debe guardarse en secreto y a partir de ese concepto se comporta todo el personal involucrado en la producción. En el interior de los hangares, un universo de personas, afectado a diferentes tareas, mira con indiferencia al grupo de periodistas invitados que manifiestan distintos grados de asombro ante lo que se anticipa como una pequeña locación de febril actividad. Un estacionamiento especialmente destinado para bicicletas denuncia la presencia de 500 trabajadores. Es el medio que utiliza el personal para desplazarse por los estudios, lo que revela las dimensiones del lugar. Un recorrido en combi por los exteriores del complejo finaliza en Privet Drive 4, domicilio de los tíos de Harry: Vernon y Petunia. Es la reconstrucción de la calle y las casitas allí ubicadas a la derecha y a la izquierda. Al ingresar en la casa de los tíos, las imágenes fílmicas vuelven a las retinas con total fidelidad. Allí están el living, la cocina y el cubículo de Harry ubicado debajo de la escalera. Claro que la ilusión se desvanece cuando al rodear las edificaciones se perciben los esqueletos de madera que sostienen la ficción y este descubrimiento, más allá de decepcionar, acentúa la maravillosa ilusión del arte cinematográfico. El interior de los grandes galpones donde funcionan propiamente los estudios de filmación no difiere de otros, ya sean de cine o televisión. El movimiento de los empleados sigue un ritmo de actividad muy preciso, con objetivos muy claros, ya se traten de carpinteros, electricistas, operarios, técnicos, vestuaristas, maquilladores. Un gran armazón de madera llama la atención por su tamaño. Nada se intuye hasta que se ingresa por una pequeña puerta. Allí estalla toda la magia de la producción: es el gran salón del colegio Hogwarts, en su tamaño real, preparado para el desayuno. El cuidado por los detalles es asombroso. Las cajas de cereales ya están abiertas a la espera de los comensales. La vajilla metálica está prolijamente dispuesta, tarea que asume con total responsabilidad un asistente que recorre las largas mesas para revisar la distribución de la fruta y la correcta posición de los bancos. Al fondo, la mesa de los profesores, que ostenta grandes sillones -entre los cuales se distingue por el mayor tamaño del respaldo el de Dumbledore- cuyas siluetas adquieren una mayor dimensión al verse recortadas por la iluminación en los vitrales ubicados detrás. Coronan el ambiente las grandes lámparas que penden sobre las mesas, con diseños que incluyen figuras de serpientes y otros monstruos. Un magnífico viaje en el túnel del tiempo y el espacio, que instala al observador en el centro de esta historia. Para el asombro Este y el despacho de Dumbledore son ambientes conocidos cuyas estructuras se mantendrán intactas hasta el final de la saga, lo mismo que todas las que ya se han utilizado en los films anteriores. Hay nuevas escenografías creadas para esta quinta producción, como son las del Ministerio de la Magia, la sala de los juicios y el Hall de las Profecías. En todas se repite la misma sensación: estructuras que no revelan nada desde el exterior, pero que encierran como una ostra un tesoro de reconstrucción artesanal. El trabajo artístico y de orfebrería es deslumbrante y esta impresión se magnífica cuando se ingresa en el Departamento de Criaturas, un centro de fertilización de seres mitológicos: unicornios, centauros, hipogrifos, dragones. Este recinto, donde se conjuga el arte y la tecnología, agota la capacidad de asombro. Réplicas de tamaño natural de Harry, Hermione y Ron, en distintas posturas, yacen como mudos testigos de la moderna hechicería que produce Animatronic, un sistema de animación. Allí también están Firenze y Magorian, los centauros; Fawkes, el ave fénix; los elfos, la lechuza Hedwig y varios modelos a diferentes escalas del monstruo Grawp, pero ninguno de ellos alcanza la supremacía de la enorme araña Aragog, que, aún inmovilizada, provoca temor con su cercanía. Es el orgullo del departamento porque lograron la animación de todas sus patas simultáneamente con un aparato de control remoto. El recorrido por los estudios finalizó en el propio set de filmación, donde el director, David Yates, al frente de un enjambre de técnicos, prepara una de las escenas. Una multitud de alumnos juega una acción y allí se distinguen Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Emma Watson, los tres héroes de la historia, en una etapa de su vida en que la adolescencia va dejando paso a la juventud al mostrar un desarrollo físico que va cambiando su fisonomía. Aunque los actores mantienen las características de sus personajes: la timidez de Ron, la reserva de Harry y la brillantez de Hermione, ya no son aquellos chicos que enfrentaban terribles aventuras. Ahora son jóvenes que todavía se muestran incómodos en sus cuerpos en crecimiento. Comienza la filmación. El director, frente a varios monitores, da la marcación inicial y comienza la acción. "Corte", exclama luego de unos segundos y se acerca a los actores para darles indicaciones y volver a filmar, rutina que se repite varias veces hasta lograr una impresión visual que convence al realizador. Hasta aquí los entretelones de un proceso creativo en desarrollo. La real magia comenzará cuando se hilvanen todas las diferentes escenas y se impriman en una versión final que podrá conocerse el miércoles 11 de julio, cuando en todo el mundo se estrene Harry Potter y la Orden del Fénix .



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ANA MARIA BARRIOS

AGOSTO 17 de 207

hola

estoy probndo